CÓLICOS EN EL CABALLO. PARTE 1

Etimológicamente el “cólico” significa “dolor de colon”. En nuestros días el significado de este vocablo se ha extendido y ahora se cosidera cólico a cualquier dolor localizado en la cavidad abdominal. En definitiva se tratan de dolencias del aparato digestivo y se acompañan de alteraciones funcionales e incluso en la topología de las visceras de la cavidad abdominal.

Todos los que estamos relacionados con el mundo del caballo en alguna ocasión hemos oido hablar de ellos o los hemos sufrido. Actualmente representan entre el 15 y el 20% de las actuaciones clínicas que desarrolla el veterinario dedicado a la medicina equina.

El cólico es sin duda la principal causa de muerte en caballos

Conocer esta enfermedad, sus síntomas y tratamientos, es por tanto de vital importancia para cualquier cuidador.

SÍNTOMAS DE LA ENFERMEDAD

Si un caballo sufre un cólico, dará signos evidentes de ellos. Conviene estar atentos, cuanto antes detectemos la enfermedad, mayor posibilidad tendremos de sanar al animal.

En primer lugar es importante la observación del estado general y del comportamiento del equino durante unos minutos. Un caballo con un cuadro de cólico dará claros sintomas de inquietud, se dirige de un lado a otro del box, escarba en el suelo, efectua cambios frecuentes de posición, se tumba y se levanta, se mira los flancos, tiende a echarse de manera brusca y suele revolvarse.

  • En caso de que sospechemos de la existencia de la enfermedad deberemos observar algunos signos más como son:
  1. El aumento del tamaño del abdomen, en uno o ambos lados.
  2. Heridas y traumatismos que se producen normalmente en las cejas al tumbarse y golpearse con los muros del box en caso de estar estabulado.
  3. La presencia de comida en el pesebre.
  4. Ausencia de orina en la cama.
  5. Posibles dificultades al orinar.
  6. Modificaciones en la materia fecal o ausencia de la misma.
  7. Sudoración intensa con importante perdida de agua y electrolitos, los cuales si no se reponen conducirán a un estado de chock.

CAUSAS QUE DETERMINAN LA ENFERMEDAD

El cólico puede ser definido como el dolor percibido por el animal que padece un cuadro de abdomen agudo con localización en el aparato gastrointestinal o en los aparatos genitourinarios. Sabemos que los animales perciben el dolor porque el mismo genera un conjunto de anomalías perjudiciales para el organismo.

Las principales causas de cólicos en el equino podemos encontrarlas en la propia alimentación y en los parasitos del aparato digestivo.

Motivos alimenticios: una dieta escasa o excesiva, o bien compuesta por alimentos muy ricos en energía o en proteina. Un dieta con una cantidad excesiva de fibra bruta poco digestible como pueden ser ramajes de árbol y similares. Aguas duras, en cantidad insuficiente, muy frías o contaminadas.

Parásitos del aparato digestivo: es la más frecuente, siendo de hasta un 30% en animales estabulados y de un 70% en animales en libertad. Una desparasitación rutinaria nos ayudará a disminuir su número de forma considerable.

Estos casos se podrían acentuar más cuando las temperaturas son extremas tanto de frío como de calor.

¿POR QUÉ LOS COLICOS PERJUDICAN AL CABALLO?

El caballo es, sin dudas, el animal que más sufre las consecuencias de los cólicos, la causa está íntimamente relacionada con multiples cuestiones que tiene mucho que ver con las características físicas y de comportamiento del animal.

Una de las más importantes es la que viene determinada por las propias condiciones anatómicas de los caballos. Ellos poseen un intestino con una longitud aproximada de 30  a 35 metros y con una marcada variación en su tamaño. A ésto debe sumarse un estómago de tamaño reducido, caracterizado por rápido tránsito gástrico, lo que provoca que durante el día deba vaciar varias veces su contenido enviando al intestino alimentos con insuficente grado de digestión.

Otro de los motivos fundamentales son los errores en la nutrición, éstos están relacionados con la cantidad y calidad de la ingesta suministrada.

Además debemos tener en cuenta el trabajo que a diario realiza el animal, como puede ser el excesivo ejercicio, los enfriamientos, la ingesta de líquidos muy fríos…son todos los factores de riesgo que ponen al caballo en peligro de sufrir un cólico.

 

Embarazo y Equitación ¿es compatible?

Soy enfermera, equinoterapeuta,  experta en comunicación y habilidades sociales y estoy embarazada de 37 semanas. Hoy, desde nuestro centro Caballos Hontanar, queremos ofreceros nuestros conocimientos y experiencia en bandeja para que luego podais tomar una buena decisión. No habrás escuchado las palabras embarazo y equitación en una misma frase si no es para decir que son incompatibles, sin embargo quisiera aclararos que no entraña ningún peligro para el bebé o para la futura mamá siempre que sea una equitación más tranquila y adaptada, descartando las formas más vigorosas de la equitación. Además de ésto me gustaría añadir la importacia de confiar en el caballo al que montas, nunca sería en un caballo demasiado joven o con temperamento y por supuesto no comenzaremos la actividad nada mas quedarnos embarazadas, siempre hablamos desde la experiencia.

Son muchas las mujeres que continuan realizando esta práctica, incluso a término, sin ningún problema para ellas o para el feto, sin embargo, sí tengo que destacar que el riesgo real del que hablamos es una caida. Puede ser por un desequilibrio de la jinete debido a su cambio del centro de gravedad o por un tropiezo del equino. Para evitar estas dos opciones siempre optaremos por montar en un caballo de plena confianza para nosotras, en un lugar que el caballo conozca a la perfección y siempre que nuestra barriga y equilibrio nos lo permita. También quiero comentar que existen otras disciplinas desde las cuales podemos seguir disfrutando de nuestro compañero equino, como son las riendas largas, con las cuales no sólo pasearemos a su lado sino que realizaremos un saludable ejercicio cardiovascular al ir andando a su vera, aunque también disfrutamos con su cepillado, cuidado o dándole cuerda.

En mi experiencia personal puedo decir que he estado montando en mi caballo hasta el mes pasado en el cual el abdomen ganó bastante volumen y modificó incluso mi marcha, siendo más parecida a la de un pato. También me gustaría destacar que llevo mas de 10 años montando, que soy una persona activa, me gusta mucho jugar al paddel y hago running. Evidentemente mi embarazo está siendo de libro, va todo perfecto, el bebé desde el primer momento estaba colocado, la placenta estaba bien implantada, los niveles de líquido amniótico eran normales y el bebe ha ido ganando peso conforme a su edad gestacional. Todo ello ha favorecido, junto a una dieta equilibrada, a que estando en la semana 37 haya aumento de peso de tan solo 8kg. Sin embargo, cabe destacar que lo primero que suprimí en mi día a día fue el paddel, a los 5 meses, y luego poco a poco he tenido que pasar del running al treking porque mi frecuencia cardíaca había aumentado. De 50 pulsaciones en reposo cuando no estaba embarazada pase a tener 80 en reposo, debido al aumento del volumen sanguíneo. Lo que se convertía en un aumento de la frecuencia cardiaca en más de 135 pulsaciones por minuto, las cuales no se deben superar por riesgo de hipoxia (falta de oxigeno) para el bebe cuando realizaba running.

Hemos hablado de la parte física y ahora me gustaría hablaros de la parte psicológica, pues para la embarazada son muchos los cambios que se sufren, no sólo de su imagen corporal, hablo de ese sentimiento de incomprensión por parte de los demás y de las preocupaciones de cómo serán nuestras vidas cuando el bebé llegue, de si saldrá todo bien en el parto, si sabremos cuidar bien de ellos…todo ésto nos estresa, nos abruma. Pues bien, no se si sabré explicarlo de forma que llegueis a comprenderlo, pero el vínculo que hay entre el caballo y una embarazada es aun mayor que con una persona normal, lo mismo ocurre con personas discapacitadas y eso en nuestro trabajo de hipoterapia lo vemos todos los días. Aparece un sentimiento de protección del caballo hacia la embarazada perceptible en su forma de actuar, además aparece un feeling muy especial, ello se ve acentuado por el desarrollo de una sensibilidad especial por parte de la embarazada. Además, como equinoterapeuta, me gustaría informaros que, la terapia con caballos, está considerada como una terapia integral que, además de cumplir funciones fisioterapéuticas, ofrece amplios beneficios en el área psicológica, provocando en quien la practica una sensación de relajación y bienestar. Los ejercicios que se pueden realizar cuando la gestación es más avanzada son ejercicios de estiramientos, respiraciones, concentración parecidos a los que realizamos en yoga y de escuchar tanto a nuestro cuerpo como sentir al caballo debajo de nosotras, sentir su respiración calmada y su calor corporal proporcionan una sensación de relajación inigualable.

Con este post no quiero ni mucho menos recomendar ni indicar a nadie su práctica, simplemente deseo compartir mi experiencia como especialista que soy en la materia y como futura madre que jamás pondría en peligro la vida de su futuro hijo.

Espero que os haya gustado compartir esta experiencia, y si crees que puede beneficiar a alguien que este pasando por una situación similar compártelo en tu facebook y además puedes seguirnos en twitter.

Aprende a montar a la Amazona

Como dice José León Castro en la canción Amazona del disco Galopando por los sueños: En su silla de amazona la elegancia se pasea, y un cielo de farolillos a ti solo piropean, y es que llevas bajo el brazo del olivo una bareta y una espuelilla fragüera que es más gitana que ella y estoy loquito perdío no se quisiera ser quisiera ser tu sombrero pa sentirme yo orgulloso de cubrir tu negro pelo.

El que ve por primera vez una amazona montando puede preguntarse como es posible que se mantenga en equilibrio a caballo. La silla de montar a la amazona o de cornetas, es una montura plana y grande, provista de una zalea de borrego natural que estará amarrada por medio de unas agujetas de cuero al armazón de la silla, este armazón puede ser de paja de centeno, siendo esta la más tradicional, o de fibra que son más novedosos y menos pesados. Los bastes pueden ser de pelo de caballo y cabra o de fieltro. Está dotada de una cincha de libro, diseñada para que la misma amazona la pueda ajustar desde arriba. A ésta, se une la cincha de “no torcer” que va en diagonal para evitar que la silla se gire. Llevará un estribo con su acción en el lado izquierdo. Algunos modelos incluyen la opción de poner el estribo del lado derecho para utilizar la silla de forma tradicional (a horcajadas). También cuenta con una baticola en la parte trasera para evitar que la silla se desplace hacia delante en caso de bajar una pendiente pronunciada, y en la parte delantera está provista de dos argollas para amarrar el pechopetral, el cual siempre será en forma de “Y” uniendo las piezas de cuero con una argolla central, esta sirve para impedir el desplazamiento de la silla hacia la grupa del caballo. Además tendrá una manta estribera, que podremos poner de forma tracional, en la parte delantera de la silla entre la perilla y la amazona, colgando por ambos lados. Existen otras formas más adecuadas a este tipo de monta, como pueden ser doblada a la mitad colgando por la parte delantera de la silla en lado derecho, otra forma sería enrrollarla, ocultando los flecos, colacada en el lateral derecho de la silla o enrrollada de la misma manera la podremos colocar detras de la concha sobre la baticola, amarrada a las agujetas. Hasta aquí no encontramos diferencias con la silla vaquera tradicional, salvo por un detalle que dan nombre a esta silla de cornetas, las cuales alojarán las piernas de la amazona.

La pierna derecha reposa sobre la corneta superior y la izquierda va en la forma habitual en el estribo y manteniendo un contacto en la corneta inferior con la parte superior del muslo, formando de esta manera una pinza. Todo esto resulta muy sencillo a simple vista pero modifica por completo nuestro equilibrio en comparación con la monta a horcajadas. Es importante saber que no montamos de lado, si no a la amazona, de modo que deberemos mantener nuestras caderas y hombros en paraledo con los de nuestro caballo. No solo por motivos estéticos, sino por el benefinio para el equilibrio del binomio. Las ayudas se ven modificadas, puesto que sólo contaremos con la pierna izquierda y tendremos que sustituir la derecha por una vara que nuestro caballo deberá aceptar como ayuda, desterrando la idea de que sea un mero adorno bajo el brazo derecho.

En Caballos Hontanar puedes conocer más acerca de esta forma de montar, tenemos caballos adecuados para este tipo de monta y el personal cualificado para enseñarte este arte, acércate a conocernos!

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