En esta publicación Caballos Hontanar quiere abordar la descripción de toda una serie de conceptos ecuestres, los cuales pensamos que deberían estar muy claros en la mente de todo jinete, pues constituyen la base sobre la cual levantaremos el edificio que pretendemos construir, la doma vaquera.
LA IMPULSIÓN: Se ha definido tradicionalmente como el ” deseo incontenible del caballo de marchar hacia delante”. El caballo deberá empujar con sus posteriores, lanzando su masa hacia delante y, para que la fuerza de este empuje sea rentable, remeterá los pies bajo su cuerpo.
LA REGULARIDAD: Es la continuidad en las características del aire.
EL RITMO: Es la característica de un aire que viene definida por el orden y la frecuencia de las pisadas de los miembros del caballo.
LA CADENCIA: Es la medida regular que el caballo conserva en sus aires. Es propia en cada caballo y se ralentiza progresivamente a medida que avanza en la doma y el caballo se acerca a la reunión.
LA CALMA: La calma es indispensable para el jinete y para el caballo, para el primero porque debe reprimir su impaciencia, controlar sus nervios, aun en caso de castigar debe hacerse con firmeza pero serenamente.
LA FRANQUEZA: Es la cualidad que caracteriza los aires limpios y activos, carentes de vacilación e indecisión.
LA RECTITUD: El caballo debe marchar con su eje longitudinal orientado en el sentido de la marcha, sin desviar las caderas ni las espaldas a uno u otro lado.
LA SUMISIÓN: Es la obediencia del caballo demostrada por su atención y buena disposición hacia las indicaciones de su jinete.
INCURVACIÓN: Es el doblamiento lateral de toda la columna vertebral del caballo, del hocico a la cola, se debe arquear de forma regular, no aceptandose que doble más el cuello y nuca que el resto del cuerpo. En general, salvo excepciones, debe incurvarse en el sentido d la marcha.
FLEXIÓN LATERAL: El caballo está flexionado a uno y otro lado cuando gira su cabeza desde la nuca. No se debe confundir con un doblamiento exagerado del cuello, ya que es la nuca lo que realmente importa.
FLEXIÓN DIRECTA: Consiste en pedir ligereza en la mandíbula, solicitando con las riendas el cierre del ángulo de nuca. La cara del caballo se aproxima entonces a la vertical. Lo que se pretende es que el caballo lo haga por sí mismo, no tirar de su boca para traer la cabeza por la fuerza.
CABALLO EN LA MANO: llevar al caballo en la mano significa empujarle con las piernas para que avance con impulsión generada por los posteriores hacia la mano del jinete, existiendo un contacto suave, constante y flexible.
LA REUNIÓN: La reunión es la actitud del caballo. Una predisposición especial a obedecer con prontitud a las ayudas del jinete, gracias a un estado de atención anímica y preparación muscular que le permite avanzar, parar, retroceder o cambiar de dirección y en general, pasar a efectuar cualquier movimiento o ejercicio sin brusquedad.
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